Sonreír es como una brisa fresca en verano,
cuando agobia el sólo hecho de salir a caminar.
Sonreír es regalar un abrazo y una caricia,
un palmada en el hombro a aquel desahuciado de tiempo.
Sonreír es no contener esa chispa que comienza
un incendio en tu ánimo, fuerza escondida.
Sonreír es no conformarse con sentir,
sino despertar la necesidad de ser feliz en este día de abril.
Sonreír, en fin, es no dejar la soledad en ti,
sino dejar una parte tuya en cada ser.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario