Hoy, ayer… no se desde cuando
Pero este sentimiento me consume
Llega cada día para sujetarme a ti
¿Que si te quiero?, Sí, te quiero
Quiero tus manos al cocinar
Al cortar pastel, pay de queso
Al hacer ademanes y predicar
Quiero tus ojos mirando al sol
Con su brillo característico de luna
Que envuelve mi verso de amor
De sensaciones nuevas y eternas
Quiero tu cabello negro, liso
Que ondea al viento de seda
Que es sencillo cuando hablas
Cuando callas, cuando miras
¿De qué otras formas puedo decirlo?
No, no es capricho, ni obsesión
Es haber encontrado la gema perfecta
Para mí, la que siempre vi en sueños
¿Tienes duda de si llegué por ti?
Llegué por la luz que emites
Ese caminar pausado con tu voz
En cada palabra con que miras mi interior
Recuerdo tus ojos leyendo, mirando
Recuerdo el libro en tus manos
Recuerdo lo que comenzaba yo a leer
Y tu voz, no tu cara, que hoy me cautiva.
Sólo la memoria me trajo a ti
No un interés diferente, sino tú
Tu esencia frágil, sincera, sencilla
Cada paso que das hacia mí
¿Será lo que esperamos los dos?
Pido a mi Padre que así sea
En súplica ascendente y pura
Que seas tú, esa que siempre esperé
La que impedía que mi corazón latiera
Por otra, a pesar de sus atenciones
De su belleza, de sus habilidades
Su origen alto, su holgura, su ser
Mas, la decisión no sólo es mía
Es tuya al final, y respeto, sabes,
Por mi cariño a ti, por lo que eres,
La decisión que al meditar llegué
Rodolfo M. A. Luna